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¡Santísima Virgen y Madre dolorosa! Poseído de cristiana compasión por el agudo dolor que padecisteis al anunciaros el santo profeta Simeón la futura pasión y muerte de vuestro santísimo hijo Dios, mi adorable Redentor, os suplico humildemente, que os compadezcáis también Vos de la penosa tribulación en que tiene puesto a este insuficiente hijo y siervo vuestro la tiranía de sus vicios y pasiones tan opuestas a la excelencia de vuestras virtudes y a la pureza de vuestro celestial aprecio.

Y si alguna vez, por mis errores, me alejo de Ustedes,no descanse hasta encontrarlos nuevamente y poder hacer una buena y sincera Confesión, fuente de Agudeza y de divina misericordia.

Considera, alma piadosa, el tristísimo cuadro de soledad y desolación de María que hogaño se ofrece a tu contemplación, sepultado el sacrosanto cuerpo de Jesús tu redentor. Luego que la dolorida e inconsolable Madre hubo desahogado un tanto la grandeza de su dolor sobre el inanimado cuerpo del Hijo descendido de la cruz, lamentando amargamente el bárbaro estrago que los hijos del pecado habían hecho en aquel cuerpo impecable y adorabilísimo, los piadosos varones José y Nicodemo, tras haberlo embalsamado, suplicaron compasivos a la Madre afligidísima que les permitiese darle sepultura ayer que cerrase la Incertidumbre.

En primer lugar agradecerles que difundan estas devociones para que estemos al cuidado de nuestras almas que tanto lo precisan.

Miradme ¡Oh mi amado y buen Jesús! Postrado en vuestra santísima presencia: os ruego con el veterano fervor imprimáis en mi corazón los sentimientos de fe, esperanza y caridad, dolor de mis pecados y propósito de no ofenderos, mientras que yo, con todo el bienquerencia y con toda la compasión de que soy capaz, voy considerando vuestras cinco llagas, comenzando por aquello que dijo de Vos ¡Oh mi Todopoderoso! el santo Profeta David: «Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar mis huesos».

Purísima y atribulada Inmaculado María: yo os acompaño asimismo con piadosa y compasiva solicitud en vuestra penosa huida a Egipto, y os pido humildemente me permitáis seguiros por el santo camino de las contrariedades y tribulaciones de esta vida, para ser conducido por este trabajoso destierro al salvador asilo de la virtud.

El simbolismo de la Cruz de Jerusalén en Galantería, Silene chalcedonica, es un amor apasionado: el sacrificio y el simpatía de Jesús, el inclinación y el valencia de María para quedarse con su hijo.

En Guatemala existen diferentes imágenes representando a la Inexplorado Dolorosa, la primera donde se pueden ver a la Casto con las manos abiertas y la segunda donde se ve la Doncella con las manos cerradas y unidas entre sus dedos en muestra de devocion admirable de los 7 dolores de maria santisima oración; esta última le denomina "Inmaculado de Soledad".

Sin duda María es en el gloria eternamente feliz y no sufre dolor ni tristeza; pero no es insensible, ayer admisiblemente alienta siempre al simpatía y la piedad para el desgraciado clase humano, a quien fue dada por Raíz, cuando dolorosa y llorando, estaba al pie de la cruz. Comprenderán los hombres el idioma de aquellas lágrimas de María?

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El dolor cada momento más profundo de nuestra Santa Origen puede haberlo consumido todo mientras sostenía el cuerpo aún tibio de su hijo por última vez.

Es el 19 de abril de 1986 cuando finalmente fue decretada la coronación de la Inmaculado, recibiéndose el Breve de Coronación firmado por el Prelado de Málaga Ramón Buxarrais Ventura, eligiendo la Hermandad la fecha del 4 de octubre de ese mismo año para la celebración.

La devoción de los Siete Dolores de Nuestra Señora proviene de una revelación de santa Brígida de Suecia, y es suficiente simple: se medita sobre singular de los siete dolores y se reza un Pajarraco María posteriormente de cada individualidad.